Un año de gestión, ¿Los clubes siguen igual?

La gestión Lammens – Arrondo cumplió un año al frente de Deportes y aún no se evidencian cambios profundos para los clubes.

Hace exactamente un año Lammens y Arrondo se hacían cargo de la estructura más importante del deporte nacional. El ministerio de Turismo y Deportes fue a manos del ex presidente de San Lorenzo y la Secretaría para la ex leona que tendrían la oportunidad de cambiar la pésima imagen que habían dejado las gestiones de Carlos Mac Allister y Diógenes de Urquiza.

El puntapié fue esperanzador. Las prioridades planteadas en lo discursivo tenían una correlación con la recepción a Secretarios, subsecretarios y directores de deportes de las provincias y quizás ese fue el momento en el que se empezó a soñar con una reconstrucción del deporte nacional, federal e inclusivo. En el mismo momento, existieron reuniones con presidentes de confederaciones y federaciones de Clubes de Barrio y el deporte social empezaba a soñar con un plan deportivo que los ponga en el lugar que la anterior gestión les había arrebatado.

Aún con esa apertura al diálogo y todo el viento de cola gracias a ser un frente afín, los clubes no vieron esa revolución prometida. Tampoco la centralidad en la gestión. Tampoco un plan de acción que permita ir visibilizando los avances, tampoco una luz al final del túnel que provoque ilusionarse con la resolución de los problemas históricos que tuvo el sector.

La pandemia provocada por el virus Covid-19 evidenció las desigualdades entre los que no tienen nada, los que tienen un poco y los que tienen mucho. El 2020 será recordado quizás como el año en que tembló el mundo. El año, en el que una pandemia se llevó a millones de personas y el que el sistema económico se preguntó de que manera convertir una tremenda crisis en una oportunidad para seguir ganando a cualquier precio y sin temor a que la clase humilde la pase peor de lo que la pasa generalmente.

El deporte no fue una excepción. No solamente se suspendieron los juegos olímpicos Tokio 2020 sino también prácticamente la totalidad de las competencias nacionales y tuvo que rearmarse de una manera improvisada el año deportivo.

La pandemia, además, dejó entrever las inexistencia de una planificación deportiva organizada y que contemple no solamente el armado de obras de infraestructura revolucionarias para las provincias, sino una estrategia fuerte en torno a las bases del deporte, un registro único que incluya a las miles y miles de instituciones y que los subsidios o distintos programas sean realmente federal e inclusivo.

Clubes en Obra, un programa auspicioso, pero excluyente

El programa «Clubes en Obra» fue quizás el caballito de batalla que plantearon desde la Secretaría y Ministerio. Histórico desde lo discursivo, poco transformador para los que menos tienen, la nave insignia significó que centenares de clubes ordenados tengan la posibilidad de refaccionar sus instalaciones. aunque aquellos que están caídos del sistema lo terminaron mirando pasar.

El punto relevante, quizás, es la articulación que se logró desde la estructura nacional con los distintos estadíos deportivos de las ciudades y provincias que, muchas de ellas, sirvieron como garantes para el cobro de los 500mil pesos.

Aún así y mirándolo con cierta benevolencia, el programa no llegó a todos. Entre 800 y 900 clubes fueron los beneficiados, menos de un 5% del total de instituciones argentinas que en los últimos ocho meses resultaron pilares centrales en una pandemia que los necesitó trabajando a muchos de ellos dentro de la línea de fuego por su influencia en su barrio o ciudad.

Esas instituciones, caídas del sistema, vieron como cientos de clubes «grandes» y con instalaciones para alojar a mil o dos mil socios obtuvieron el subsidio mientras que aquellos a los que le faltaba una personería jurídica o algún otro papel fueron desestimados o puestos en espera.

La mirada de los clubes

Cristian Font (Vice Presidente de la Confederación Argentina de Clubes de Barrio, Presidente del Observatorio Social y Económico de Clubes de Barrio)

• «Si tuviera que resumir lo que pienso de este primer año de gestión lo consideraría como pobre. Si bien entendemos que este año estuvo atravesado por una pandemia, podemos visualizar que no hay un plan estratégico para el desarrollo de los clubes en nuestro país y se siguen implementando medidas sin planificación y a manera de parche, como lo son los subsidios que solo le llegan a unos pocos los clubes».
• «Vemos que la participación de las asociaciones de clubes y dirigentes fue nula y no se generaron ámbitos de participación como si se lograron en otros ámbitos del estado que toman decisiones con respecto al hacer diario de los clubes (ENARGAS, ENRE, AFIP, Secretaria de Energia, Ministerio de Desarrollo Social, Jefatura de Gabinete)».
• «En 12 meses de gestión hemos visto solo dos iniciativas propias del área como son el programa «clubes en obra» y el subsidio de emergencia, al que solo pudieron acceder un grupo minoritario de clubes. Desde el observatorio de clubes entendíamos que los clubes atravesamos en el periodo 2015-2019 uno de los ciclos mas críticos dentro los mas de 150 años de historia que tiene nuestro sector. En la gestión anterior se utilizó todo el poder del estado para cambiar el modelo asociativo, solidario y participativo que rige a nuestras instituciones con el fin de instalara las sociedades anónimas deportivas, para ésto se nos aplicó un tarifazo superior al 2000% en los servicios públicos, se disminuyeron las partidas presupuestarias destinadas a clubes de barrio, se sub ejecutaron partidas presupuestarias y no hubo ninguna política publica destinada al sector. Llegamos así al inicio de esta gestión con clubes al borde del cierre, con la infraestructura en malas condiciones, instituciones endeudadas por millones de pesos con las empresas de servicios públicos, descenso en el pago de la cuota social producto de la crisis económica y una dirigencia desgastada por los 4 años de lucha del modelo asociativo y supervivencia para mantener con vida nuestros clubes».
• «Mas allá de las buenas intenciones que uno ve y percibe de los funcionarios del área, entiendo que este fue un pobre comienzo de una gestión que generó expectativas nunca antes vistas en el sector pero que hoy termina el año cerca de un conflicto. Esperamos que a partir del primer día del año 2021 las autoridades puedan generar el ámbito de encuentro con la dirigencia de clubes, podamos entre todos construir la agenda de temas urgentes (deuda en los servicios publicos, tarifa social, saneamiento administrativo de las instituciones, reglamentación de la ley de clubes) y podamos construir la agenda de temas permanentes (régimen especial tributario, leyes de financiación, cambio en los controles y auditorias de parte de los organismos de control) y que el área de clubes este conducida por un representante del sector que entienda y sienta la problemática de los clubes que nos permita sentar las bases para planificar el rol que los clubes deben tener en los próximos 150 años de historia de nuestro país.

Marina Lesci (Presidenta de la Unión Nacional de Clubes de Barrio)

• «Creo que durante este año se tomaron medidas orientadas al sector. Salió la Ley de Asociaciones civiles en Provincia de Buenos Aires, salieron muchísimos subsidios de clubes en Obra, Subsidios de Clubes Argentinos, claro que falta, pero falta porque ni siquiera teníamos ministerio. Falta porque en dos años se habían entregado 17 subsidios a clubes de todo el país. Hay una actitud muy responsable en cuanto a la reglamentación de la ley de clubes de barrio y pueblo nacional, creo que dentro de lo difícil de heredar una pandemia económica uy estar en el medio de una pandemia sanitaria, nos tuvieron en cuenta como sector y tengo plena confianza de que lo que falta se va a ir saldando».
• «La realidad es que de a poco los clubes vamos abriendo, de a poco la gente va volviendo pero obviamente la situación económica de los clubes y de las familias deterioró este año. Sabemos que los planes que hemos tenido y de los que hemos sido beneficiarios van a continuar, quienes tuvieron empleados en blanco con el ATP, Clubes en obra va a seguir, se forma una mesa y sobre todo los funcionarios y funcionarias de deportes están a disposición e incluso de desarrollo también que tanta mano nos han dado a todos los clubes y también a la Unión Nacional de Clubes, eso sumado al apoyo de intendentes da una buena perspectiva dentro de lo difícil de la situación».

Lo que viene

No hay demasiadas precisiones sobre cuales serán las próximas acciones que tomará el Ministerio de Turismo y Deportes o la Secretaría. Pese a que esta finalizando el año, la actividad que se veía hasta hace un mes, hoy no es tal.

Las redes sociales que funcionaron como un termómetro de las visitas que se hacían a los clubes beneficiados por los subsidios dejaron de tener movimiento. A su vez preocuparon a propios y extraños las palabras de Matías Lammens el último fin de semana en una entrevista a Infobae pronunciando sus deseos de ser Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las próximas elecciones, un deseo que puertas adentro se sabía, pero que públicamente no se había exteriorizado.

La realidad es que los clubes aún siguen apoyando a la gestión Lammens-Arrondo. Pese a que fue un año particular, el saber desde donde se arrancaba provoca que la cuerda se estire un poco más de lo que podría haberse estirado con Mauricio Macri como presidente.

De todos modos el apoyo expresado no es un cheque en blanco. Los pedidos son concretos, las súplicas de trabajo en conjunto no se saben hasta donde van a llegar. Las medidas para una reconstrucción del sector deben llegar más temprano que tarde porque sino, lamentablemente, estaremos hablando de cientos de clubes cerrados y miles de chicos sin su espacio deportivo.