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Las estructuras deportivas nacionales no sintieron el golpe y siguen con la misma dinámica de trabajo. A un mes de la derrota, todo sigue igual.
Parece mentira, pero a un mes de las elecciones nacionales ni las estructuras de Turismo y Deportes, ni las de la Secretaría modificaron su agenda. Mismo día a día, cero reproches y cero análisis de porque la comunidad deportiva no acompañó electoralmente a las listas del Frente de Todos.
De hecho, Inés Arrondo suma apoyo y estructuras ya que en la última semana fue elegida como presidenta del ENARD y evidentemente encontró respuestas luego de aquel cortocircuito en el que la Secretaría se enfrentó cara a cara con las estructuras del Comité Olímpico Argentino y la propia cúpula que comandaba el ENARD.
Salió airosa de aquel sacudón, así como también lo hizo el propio Matías Lammens, uno de los funcionarios que no funcionan y que a cada paso o en cada medida se puede visibilizar que surge el famoso «vamos viendo».
Y hablamos en términos separatistas porque la relación entre Arrondo y Lammens sigue rota y porque hasta los grupos de trabajo de cada estructura aletargan decisiones o partidas presupuestarias que deberían tener celeridad pero que por las luchas internas no se concretan.
Tras cartón, Lammens, fue uno de los presentes en aquella reunión del núcleo duro del presidente que incentivaron a romper la coalición en los días de turbulencia del Frente.
Sea como sea, la realidad marca que los derechos para el deporte no llegan. No hay legislación, no hay impacto directo para todos ni tampoco una transformación de base que permita pensar en que en los próximos dos años las cosas cambiarán.
Los Clubes, en la lona
En materia Clubes de Barrio tampoco hubo grandes modificaciones. Mientras que continuan con el agua al cuello por las tarifas, por la falta de acompañamiento o porque desde Deportes no se concretan programas que cambien la realidad diaria, el estado responde con publicidades del «Clubes en Obra», que aún sigue sin impactar en gran parte de los clubes.
De hecho en una de sus visitas protocolares a una provincia, un secretario de deportes mostró su sorpresa de que Arrondo llegue solo con las arengas cual leona, y que ni siquiera fuera capaz de hablar de las transformaciones estructurales o al menos que elementos deportivos se comenzarían a enviar para afrontar el final del 2021 y el inicio del 2022.
Manzur se cargó al hombro las gestiones para concretar el programa Mejor Barrio
La ley, lejos de reglamentarse
La Ley Nacional de Clubes de Barrio, promesa de campaña y que la comunidad de clubes lo siente como una deuda siendo una de las principales conquistas durante el Kirchnerismo sigue cajoneada y sin reglamentación.
Esa reglamentación permitiría, por ejemplo, crear un registro serio, tener una tarifa social, que los clubes no sean embargados o hasta que aquellos que están sin papeles puedan obtenerlos con celeridad, pero parece que eso es mucho trabajos para que se logre su concreción.
Tal es así que en NINGUNO de los puntos de la ley, hoy se esta trabajando profesionalmente y a consciencia para que al menos se obtengan pequeños derechos.
Con Energía, no hay articulación
En materia de energía tampoco hay novedades. Pese a que es el principal drama de las miles de estructuras, deportes sigue sin concretar políticas de fondo y es la Secretaría de Energía quien busca impulsar las transformaciones.
Aquellas fotos y reuniones de Matías Lammens e Inés Arrondo (Separados) con Darío Martínez, no fueron más que una simple publicación en redes sociales y no hubo más contactos o más trabajo en conjunto entre ambas estructuras.
No hubo, por caso, nada que provoque un respiro a los clubes. Facturas de decenas de miles de pesos. Facturas de centenares de miles de pesos. Mientras tanto Deportes ni siquiera es capaz de agilizar (o si no es su responsabilidad ejercer presión a energía) para que las instituciones paguen menos o pedir por una condonación general de deudas, una medida de impacto real en las economías de los clubes.
El relevamiento, en veremos
Otra de las grandes presentaciones de la estructura deportiva fue el relevamiento de instituciones. Esa noticia se dio en conjunto con universidades de todo el pais sobre fines del año pasado y con la promesa que sería transformador para las acciones a llevar a cabo.
De todos modos, a ocho meses de su presentación, todavía no hay un cierre ni tampoco un impacto real para los clubes. Ese relevamiento podría ser histórico y transformador ya que con una estructura -y un presupuesto- como el de Deportes y traccionado por las Universidades se debería haber concretado en un par de meses. Hoy, aún estamos en veremos.
Más peso y celeridad en Desarrollo Social
Pese a que las fotos son en conjunto, hoy el Ministerio de Desarrollo Social con distintos programas hace mucho más por los clubes y por los profesionales del deporte que Arrondo y Lammens.
Entre semana, se presentó el programa Mejor Barrio, que creará 400 playones de 19 x 32 metros, con cerco perimetral e iluminación, con arcos de fútbol y aros de básquet y que será traccionado por la estructura que será comandada por Juanchi Zabaleta y en el que Lammens solo acompañó para la foto y el discurso.
El programa Potenciar Deporte es otra de las apuestas de Desarrollo Social y quien regula las partidas y ejecuciones es la Dirección de Formación y Terminalidad Educativa de la Secretaría de Economía Social. Según la web oficial se desarrolla en articulación con la Secretaría de Deportes aunque no se sabe a ciencia cierta cual es el grado de acción de Arrondo y compañía.
Como cada programa parece que simplemente se da en algunos municipios del conurbano bonaerense y que el resto del país debe esperar o como en tantas otras veces -y tantos otros anuncios- se quedará afuera.
El golpe electoral que significó para el Frente de Todos la derrota de septiembre debería haber sido un aprendizaje. Hoy a un mes de aquella derrota todo sigue igual. Arrondo en su sillón y con más poder. Lammens en su sillón y sin acusar el golpe.
Hoy a dos años del cambio de gobierno, a un mes de las elecciones y con dos años por delante, cuesta imaginar que Lammens y Arrondo despertarán de la siesta. O al menos, que vayan a pagar los costos por una inacción y una falta de estrategia que sorprende.
