A lo largo y ancho del país son miles las escuelitas deportivas o clubes que no tienen terrenos propios y deben alquilar espacios. El Club Altis de San Juan es uno de ellos y pese a contar con trescientas niñas y adolescentes que practican Gimnasia Artística padecen el flagelo de la ausencia estatal.
Una niña salta lo más alto posible luego de picar en el trampolín. El giro es espectacular y el profesor, a su lado, imita el movimiento y ve como la niña cae sobre una pila de colchonetas. Inmediatamente, le indica como mejorar la técnica para el próximo salto.
Esta secuencia se repite una y otra vez. Día a día, el club de San Juan, recibe a más de trescientas chicas que practican gimnasia artística, una disciplina que pese a su rica historia en el país nunca logró conformar un equipo que se ponga a tiro de las grandes potencias del deporte.
Jorge Oscar Montaña es uno de los que lleva adelante el proyecto ALTIS Asociación Civil. Fue uno de los pioneros de la Gimnasia Artística en San Juan y vio y padeció año a año la imposibilidad de contar con tierras propias.
«Trabajamos con más de trescientas nenas. Desarrollamos gimnasia artística femenina, gimnasia de trampolín y todo lo que son acrobacias aéreas con trapecios y demás elementos. La principal problemática que tenemos desde hace años es que no contamos con un espacio propio. Tenemos que alquilar las dos sucursales», destaca Montaña.
Esa falta de tierra propia provoca, entre otras cosas, un descalabro económico y la imposibilidad de acceder a políticas públicas. Para llegar a los programas nacionales, provinciales o municipales, la clave es contar con espacio propio.

Justamente el dirigente destaca esta falta de acceso a las políticas públicas: «Sería clave poder conseguir un terreno o bien algún programa para adquirir a largo plazo tierras donde consolidar el club. Hoy vemos que todos los planes que tienen desde la Secretaría de Deporte de la Nación, de la provincia o los municipios tiene como condicionante el espacio propio. Gestiones se hicieron muchas pero las respuestas son las mismas, que al no tener instalaciones propias no nos pueden ayudar, solo vez nos dieron un subsidio para poder pagar los impuestos».
Y agrega: «no hay ningún programa para los clubes o escuelitas que no tenemos espacio propio. Solamente tenemos la posibilidad de gestionar que la cuenta que tenemos en el Banco San Juan sea gratuita. Hicimos pedidos para que nos acompañen en los viajes para los torneos nacionales, regionales o cada vez que vamos a Chile por ejemplo y por ahí nos sale más caro ir en un colectivo de la Secretaría de Deporte que en uno alquilado».
Montaña rememora y ve como pasó el tiempo. Pasó aquel 10 de febrero de 1985 cuando iniciaron junto con un grupo de familiares y amigos la gimnasia artística en San Juan. Fueron quienes le dieron el salto competitivo. Aún con su rica historia, por los altos costos siempre padecieron encontrar una institución que los cobije.
En Argentina son decenas de miles las niñas y niños que practican Gimnasia Artística. Son miles las escuelitas que fomentan éste y otros deportes y funcionan como espacio de contención.
La zona gris por la que transitan impide el acompañamiento estatal. Municipios, provincias y nación miran para otro lado y no hay políticas públicas ni leyes que permitan el crecimiento de estas estructuras.
El club Altis necesita un mayor acompañamiento. Hoy lucha por un espacio propio que les permita soñar en grande. Hoy lucha porque cada uno de los chicos y chicas que crecen día a día puedan tener en su club a su lugar de pertenencia.