«Esperamos establecer el deporte como un derecho social»

Infancia Deportiva entrevistó a los directores de la Fundación Clubes de Chile que profundizaron sobre los objetivos para el 2021 y el crecimiento que se logró desde la estructura en medio de la pandemia.

El deporte en Chile es para pocos. El mercantilismo entró directo al corazón de los clubes e instituciones y de esta manera solo algunos chicos y adolescentes pueden acceder algo tan simple como jugar.

José Bezanilla, Constanza Hernández y Álvaro Burgos son los directores de la fundación Clubes y buscan con su equipo de trabajo romper con la matriz privatizadora que hoy existe en Chile. No solamente armaron una estructura ambiciosa sino que, inspirados en el modelo de club de barrio argentino, intentan establecer nuevos parámetros y que los chicos tengan la posibilidad de acceder a la práctica deportiva,

• ¿Cuál es el balance que se hace del 2020?

Para la Fundación Clubes, el balance es positivo. Quedamos entusiasmados con lo que logramos en las actividades desde que empezamos a operar en abril del 2020. Desde charlas, programas de formación, ejecución de proyectos de fútbol femenino hasta vinculación de unidades académicas de diferentes casas de estudio con los clubes de barrio. Este 2020 a pesar de todo lo difícil que ha sido para todos y todas, estamos tranquilos con empujar en Chile otra visión del deporte y difundir permanentemente la idea de que el deporte es una herramienta, pensando en todas las oportunidades que hay ahí para niños y niñas.

• ¿Cuáles son las expectativas para el año que comienza?

Muchísimas. Hemos terminado nuestro plan estratégico 2021-2025 y ya tenemos todos nuestros objetivos trazados, esperamos ir cumpliendo cada uno de ellos. Esto no se puede realizar si no es en equipo, hemos podido ir aglutinando gente alrededor de la causa, de diferentes áreas, mujeres, hombres, dirigentes/as, jugadores/as. Hay equipo y confiamos en lo que cada uno puede aportar.

• ¿Cuáles son los objetivos centrales u acciones que se tienen pensado realizar en este año?

Tenemos tres ejes centrales de trabajo, la activación deportiva en los barrios para niños y niñas, potenciar la institucionalidad de los clubes y las políticas públicas de protección a los clubes de barrio. Hay un cuarto que es la sostenibilidad financiera, humana y organizacional de la fundación, eje fundamental para que podamos seguir operando a paso firme el 2021.

• ¿De qué manera se desarrolla la actividad deportiva en Chile por la Pandemia?

Ha sido duro para en términos generales, pero más complejo aún para el amateurismo. El deporte profesional volvió, de a poco, y privilegiando lo opuesto de lo necesario: muy pocas personas practican deporte en el profesionalismo versus el amateur, pero quienes más lo necesitan están en los barrios encerrados. En Chile el fútbol profesional con 600 jugadores vuelve, pero el millón y medio de personas que lo practica en el amateurismo ha quedado en sus casas. Sin embargo hemos intentando acompañar a los clubes, a través de prácticas laborales de estudiantes de preparación física en los clubes realizando entrenamientos vía Zoom, estableciendo consejerías nutricionales para los clubes con alumnos de nutrición y dietética de la Universidad de Chile y por último, formando a dirigentes para preparar el regreso, con planificación, con estrategias y métodos de trabajo.

• ¿Hubo avances en cuanto a un cambio de legislación en materia deportiva?

No hay avances, estamos en pañales. En Chile el deporte no es un tema central, por lo mismo somos primeros en el mundo en sedentarismo y obesidad. Esperamos instalar el tema desde donde podamos, desde los municipios, iniciativas parlamentarias y gobiernos regionales, es un eje central de nuestra fundación, debemos avanzar en ello. De todas maneras, se abre una oportunidad histórica este 2021 a propósito de la redacción de una nueva constitución donde, esperamos, se le dé un nuevo marco al deporte en Chile y se pueda establecerlo como un derecho social.

• ¿De qué manera se piensa avanzar en las relaciones con los clubes de Argentina?

Se vienen cosas interesantes, puesto que hemos seguido trabajando con OSECBA y esperamos concretar un primer congreso latinoamericano del deporte, promoviendo la visión que lo promueva como una herramienta para la cohesión social y no como una oportunidad de lucro. Junto con eso, hemos ido trabajando de la mano con el mundo académico de Argentina, precisamente con UNTREF donde vamos estrechando lazos, a través de programas de formación y estableciendo acuerdos para que dirigentes chilenos estudien los programas que dictan allí.

• ¿Cuál es la recepción que se tuvo por parte de la comunidad de su proyecto deportivo?

Consideramos que muy positiva, tanto en el ámbito de los clubes, de la academia y también con el mundo político que nos hemos reunido. No hay masividad en la adhesión a esta idea del deporte, por lo que vamos construyendo lento, y soñamos con ir sumando más embajadores de lo que hacemos y proyectamos, pero para ser primer año está bien.

• ¿Qué recepción se tuvo (Si es que la hubo) de los grandes clubes o estructuras deportivas privatizadas? ¿Se puede pensar en apoyarse en ellos o es inviable un trabajo en conjunto?

Ninguna por ahora, no hemos buscado hacer eco ahi, no creemos que el camino en el corto plazo sea apoyarse en esas estructuras. El fútbol no es un fín en sí mismo, que es una gran herramienta para combatir la desigualdad, para darle dignidad a la población, para incluir a los excluidos y para abrazar a todos y todas que quieren practicar deporte pero no pueden por barreras económicas, de clases y raciales. Las sociedades anónimas no lo entenderán nunca así, por lo que no estamos explorando por ahora esos caminos.

Pensar otro deporte en Chile es posible.

El modelo privatizador demostró a lo largo y ancho del mundo que es excluyente y perjudicial para las infancias. Es hora que las autoridades lo entiendan y pongan el foco en cambiar la política deportiva de su país para que todos y todas tengan acceso a entrar a un campo de juego y divertirse.