Las piletas de los clubes, con los números en rojo

Algunos pudieron salvar gastos, pero la mayoría trabajaron a pérdida y los números son cada vez más preocupantes.

La crisis de los clubes de barrio parece no tener techo y luego de una temporada de pileta, las miles de instituciones que apostaban a incrementar sus ingresos se han quedado con las ganas y, algunos de ellos, solo salvaron los gastos aunque muchos quedaron con números en rojo de hasta el 40% con relación al 2019.

Y es que pese a tener cierto movimiento en sus espacios, los gastos también fueron altos y el tener que abonar a profesores, guardavidas, energía eléctrica o el mantenimiento propio de los espacios les imposibilitó contar con aire para afrontar los próximos meses que se espera sean críticos.

En diálogo con Infancia Deportiva, Graciela Lazaroff, presidenta del Club 3 de Febrero, expresó: «El balance que nosotros hacemos de la temporada de pileta es que estamos por debajo de las expectativas que teníamos. Pensamos que había una avidez por volver pero la realidad es que las actividades recreativas como lo es la temporada de pileta no ha sido como otros años en cuanto a la cantidad de socios que vienen a las instalaciones. Aún así sobre el final ha ido subiendo creciendo aunque tenemos una disminución de ingresos de un 30% como respecto a los ingresos de la misma época del año 2019″.

Daniel Pacin es uno de los referentes que tiene Franja de Oro. El club del sur de Capital Federal es un ejemplo de organización y pese a contar con una estructura modelo no les permitió el despegue económico: «Hablándolo con los encargados de los números confirmamos que no tuvimos los mismos ingresos de otros años porque este año contamos con el cupo diario que nos limitó la afluencia y los ingresos. De todos modos los días viernes, sábados y domingos vino el cupo establecido y pudimos salvar los gastos del polideportivo y los gastos de la sede central. Es decir que dejó plata la temporada de pileta pero como había que bancar los gastos de la sede central que esta prácticamente parada fue una temporada en la que salimos empatados».

Lazaroff, mientras tanto, destaca que hay un leve repunte en cuanto a los ingresos y actividades: «Los dos meses que van de enero y febrero hubo una mejora con respecto a la apertura de puertas que fue en noviembre del 2020. Eso se da por que de a poco va creciendo en parte porque empezamos con mas restricciones de los espacios y edades y paulatinamente permitimos que se sumaran más chicos y en enero y febrero si hemos visto un pequeño repunte de la actividad. De todos modos hay actividades como por ejemplo la colonia en la que tuvimos con respecto a años anteriores una merma muy significativa porque por ejemplo en diciembre tuvimos aproximadamente 50 chicos cuando solemos tener 150 y en los meses de enero y febrero que son meses de 300 A 350 chicos este año no llegamos a los 200».

Aún con todas esas mejoras de afluencia, el club 3 de Febrero esta en una situación crítica: «Nosotros con la cuota social cubrimos habitualmente de un 30 a un 35%, todo lo demás lo generamos con actividades extras que en este momento no se pueden realizar como son fiestas, encuentros, algún espectáculo, alquileres del salón. Eso hoy aún no se puede hacer y esos ingresos insuficientes nos van generando una nueva deuda además de la deuda que se produjo por la pandemia porque no hay que olvidar que el ATP fue una ayuda importante que cubrió el 50% de los salarios pero el otro 50% hubo que abonarlo y los ingresos eran tan escasos que nosotros decidimos priorizar el pago de sueldos».

Y agregó: «Con el tema de los servicios nos adherimos al decreto 311 que impedía los cortes por falta de pago pero tuvo vigencia hasta diciembre y ahora estamos esperando a ver que se resuelva de que manera nos van a dar facilidades o lo que seria justo y oportuno una condonación de deudas ya que nosotros tuvimos los clubes cerrados pero las empresas siguieron facturando un básico que en el caso de nuestro club esta arriba de los 350 mil pesos y todo lo que se adeuda en concepto de cargas sociales, sindicatos, seguros y otras cosas asciende a los 3 millones de pesos«.

Pacin, por su parte, también destacó la situación particular que Franja de Oro tuvo que vivir este verano: «Nosotros no hicimos colonia, la intentamos hacer en diciembre, vinieron muy pocos chicos así que la suspendimos y después se hizo la temporada de pileta libre pero nosotros lo pudimos hacer porque tenemos espacios verdes. Yo de todos modos considero que a Franja de Oro no es para tomarlo como referencia porque nosotros no tenemos nada concesionado ningún espacio, administramos el natatorio, no hay gerencias, es todo administrado por distintas subcomisiones y se ahorran miles de pesos en gastos. Toda actividad que tenemos en el club tiene una subcomisión, incluso pileta. Entonces es la que organiza la actividad y te ahorra salidas que los clubes generalmente tienen».

Para Lazaroff, dirigente del club de San Martín con una historia de 88 años y mil socios, la salida es la reglamentación de la ley y el apoyo del estado: «Difícilmente podamos sin ayuda del estado y sin ayuda por parte de los organismos que controlan a las empresas como la secretaria de energía. Podemos hablar de una regulación especial para los clubes como lo sería una tarifa social y sobre todo como lo venimos planteando desde hace tiempo con la Confederación Argentina de Clubes de Barrio el lograr la reglamentación de la ley 27098 que nos beneficia con la tarifa social y con ayudas por parte del estado«.

La temporada de pileta esta en su punto final. Los números continúan en rojo y decenas de ellos no hay logrado ni siquiera cubrir los gastos. La pandemia hizo estragos y es momento que a cada una de las instituciones deportivas se le de un acompañamiento digno para que los próximos meses no sufran cortes de servicios, cierres de instalaciones y que chicos, chicas y adolescentes, una vez culminada la pandemia, sigan contando con sus espacios de recreación y aprendizaje.