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El club Crecer tambalea por una resolución de municipio de Monte Cristo.
Con los clubes, no. Con los chicos y chicas, los y las adolescentes menos.
Y es que el municipio de la ciudad de Monte Cristo en Córdoba quiere avasallar derechos adquiridos por el Club Crecer y negarle la posibilidad de seguir alimentando los sueños que se iniciaron hace algunos años por un grupo de adolescentes.
Esos jóvenes que hoy ya son adultos y que comandan la institución recibieron hace diez días por parte de la intendenta Veronica Gazzoni la propuesta de firmar un comodato por la cesión de tierras que hasta su llegada era de palabra con el ex mandatario Fernando Gazzoni.
El problema fundamental se centra en que a la hora de analizar ese comodato hay puntos oscuros e inaceptables por parte de un Club que nació en un terreno abandonado y que gracias al trabajo de la comunidad fue creciendo a pasos agigantados.
Pese a no tener firmado ningún papel, el club quiere ser «regularizado» a la fuerza por la intendenta que, entre otras particularidades, busca que la sesión de tierras sea solo de tres años, que la renovación no sea automática, con sanciones imposibles de pagar para una institución escasa de recursos, con la imposición de no poder realizar construcciones sin la autorización política y demás items que carecen de lógica y sensibilidad.
El punto de inhabilitar las construcciones es vital para un club en franco crecimiento. De hecho tienen la posibilidad de alcanzar los diversos beneficios que se plantea desde nación porque esta inscripto en el registro de «clubes argentinos» y hasta fue alcanzado por los que brinda la Agencia Córdoba Deportes.
En las publicaciones de redes sociales se puede ver como el municipio empezó con las presiones. La chatarrería que tiraron en el terreno lindero no habla más de una actitud cuasi mafiosa y de escasa consideración para la institución ejemplo por la cantidad de chicos a los que les da un espacio.
La intendenta, por su parte, realizó diversas declaraciones poniendo la pelota en el club. Excusándose de los puntos oscuros. Afirmando que la intención es regularizar la situación administrativa y que la gestión política lo único que quiere es sumar a la causa.
Evidentemente ni el club ni la sociedad lo entendieron de esa manera. La comunidad de Monte Cristo apoya en las redes sociales al club y a través de diversas campañas, los chicos que asisten a realizar las practicas deportivas también expresaron su preocupación.
También a través de las redes sociales la cuenta oficial de la municipalidad expresó: «La Intendente Verónica Gazzoni, a los fines de normalizar la situación del Club Crecer, en relación a inmueble que utiliza y que es de propiedad municipal, ofreció al Club la suscripción de un Contrato de Comodato con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2023. Mediante el mismo, se garantiza al Club el uso del inmueble para los fines objeto del Estatuto Social y a la vez se formaliza la tenencia del inmueble perteneciente al dominio privado municipal. Así, se concreta el compromiso asumido por esta gestión de acompañar a las instituciones intermedias y contribuir con la importante función social que estos cumplen».
Esa publicación y tantas otras expresiones realizadas por la intendenta generó el malestar vecinal que puso el grito en el cielo por la posibilidad que dentro de tres años la institución deje de existir.
El club, mientas tanto, sigue con sus sueños y pensando actividades a realizar en la pandemia.
Habrá que esperar que es lo que sucede, pero en un mundo en el que escasean gestos de nobleza y acciones de relevancia el Club Crecer de Monte Cristo debe ser escuchado por la intendenta y que esa regularización sea un acompañamiento profundo y no un dolor de cabeza como el que están viviendo.
Porque la política debe ayudar y facilitar el trabajo de instituciones que son un ejemplo en el cuidado de los chicos y no saciar unilateralmente intereses propios.
