Elecciones 2023: El deporte sin un candidato que proponga soluciones de fondo

En los próximos meses se elegirá un nuevo gobierno y con ello no solamente la disputa de dos modelos de país sino también dos modelos de deporte. De un lado, con aciertos y errores, el modelo asociativo de Club de Barrio, del otro, el modelo privatizador y de Sociedades anónimas. ¿Cuál pesará más en el sector?

El choque que se dará en los próximos meses sobre quien tomará el control del poder ejecutivo a partir de diciembre de 2023 se vive a diario. Las fuerzas políticas hoy tienen su cabeza en las elecciones y el armado de los frentes electorales y lejos están de resolver las mejoras sustanciales que necesita la sociedad.

En esa disputa electoral hay distintos modelos de país. Por un lado, el que propone el Frente de Todos que en estos cuatro años no realizó cambios de fondo y lejos estuvo de cumplir con su contrato electoral.

Del otro, un modelo privatizador que fracasó entre 2015 y 2019 y que llevó al país a una catástrofe económica y social, el de Cambiemos. Las terceras vías, la de Javier Milei y su Libertad Avanza y la de la Izquierda aún no ofrecen demasiadas certezas y se posicionan en extremos que pregonan políticas hoy impracticables.

Cuatro años de programas y sin mejoras sustanciales

Los cuatro años de Matías Lammens al frente del Ministerio de Turismo y Deportes dejarán programas para pocos y escasas transformaciones de fondo. Con más publicidades en redes sociales que cambios reales, la cartera del ex presidente de San Lorenzo centró sus políticas – e hipotéticos logros- en subsidios para obras que tan solo llegaron a un puñado de instituciones.

Las buenas ideas se mezclaron con las flojas implementaciones, programas millonarios que fueron mayormente para Clubes de Barrio “ordenados” y los más necesitados, con suerte, recibieron algún material deportivo gracias a vínculos con organizaciones sociales.

En ese sentido, las leyes cajoneadas durante el Macrismo siguieron sin reglamentarse y hoy el deporte se encuentra lejos de ser prioridad.

Es cierto que se logró cierta «normalización» y que entre los logros se puede resaltar la continuidad del subsidio energético, pero esta política lejos estuvo de ser impulsada por la cartera de Deportes y es una medalla que solo debe colgarse la Secretaría de Energía y el Ministerio de Economía.

En síntesis, la gestión de Lammens y Arrondo -peleados entre sí durante todo el mandato- se despedirá con más publicaciones en redes sociales que cambios reales aunque con la certeza de detener el avance de la marea amarilla que pregonó durante cuatro años la privatización del sistema deportivo argentino.

Cambiemos y el impulso a las Sociedades Anónimas deportivas

Cada lugar donde no llega el estado aparece el mercado y en ese sentido Juntos por el Cambio -y su líder Mauricio Macri- tiene entre sus mandamientos deportivos el impulso de las Sociedades Anónimas en detrimento de los clubes como Asociaciones Civiles sin fines de Lucro.

Fue una lucha histórica la de Mauricio Macri. Desde aquella disputa en la década de los 90 cuando era presidente de Boca y al frente de la Asociación del Fútbol Argentino estaba Julio Grondona, el ingeniero piensa que el mercado debe hacer pata ancha de los clubes y «modernizar» sus estructuras.

De hecho, la comunidad deportiva tuvo que salir a la calle no solamente para impedir la concreción de estas políticas privatizadoras sino también para bloquear, por ejemplo, la venta de tierras del Cenard.

Conjuntamente, fueron varios los golpes desde el gobierno de Juntos por el Cambio que desestabilizaron masivamente a los clubes. Tarifazos imposibles de pagar, falta de políticas para el sector y escasa actualización de las becas para Deportistas y Federaciones.

Solo una medalla puede colgarse Juntos por el Cambio. La realización de los Juegos Olímpicos de la Juventud aunque hilando fino nos encontramos con obras que le costaron al conjunto de la sociedad más de diez veces más lo que se había presupuestado e instalaciones abandonadas cinco años después de aquel mega evento.

Las terceras vías que competirán en las próximas elecciones no tienen una plataforma seria para el deporte. Pese a sus pronunciamientos sobre la crisis económica diaria, son escasas las campañas en las profundizan sobre que harían en caso de ser gobierno.

Sin pronunciamientos públicos ni en off hasta el momento, habrá que esperar al menos hasta entrar en el grueso de la campaña para conocer qué pasaría con el deporte y los clubes de barrio en sus hipotéticos mandatos.

Las elecciones se acercan. El año electoral ya comenzó y el deporte deberá elegir entre modelos opuestos.

Cada votante deberá determinar si alcanza con lo brindado por el Frente de Todos en estos cuatro años o se vuelve a un gobierno amarillo más cercano a la privatización de las estructuras deportivas y sociales.

Por lo pronto, ninguna de las fuerzas políticas muestra un proyecto deportivo a largo plazo que enamoré al electorado. Ese proyecto deportivo que hace años se reclama y que ninguno tuvo la energía, el deseo y la capacidad para llevar a cabo.