«Lo importante es que todos los que amamos a los clubes nos unamos»

Marina Lesci, presidenta de la UNCB, sentó las bases sobre las necesidades y el trabajo que se debe abordar en lo inmediato.

Una semana en el cargo, pero Marina Lesci, flamante presidenta de la Unión Nacional de Clubes de Barrio, sabe cual es el norte que tiene que tener una de las organizaciones con más peso en el sector. Lo sabe porque sabe cuales son las urgencias y sabe además que para que se cumplan esas pedidos tiene que haber firmeza en los planteos.

Sabe además, que es un gobierno que escucha los pedidos o con el que se puede entablar un diálogo fluido. Y también que por más que esté al frente de una Unión con peso, a la hora de que esos planteos puedan concretarse si se logra una comunión con todos los actores del sector el grito será más fuerte.

«Los clubes de barrio tienen que ser la pata fundamental de la política deportiva del país. No habría deportistas de alto rendimiento si no hubiese un club de barrio, entonces entre todos tenemos que diseñar una mesa de clubes de barrio, con participación efectiva de los dirigentes de clubes que están en cada uno de los clubes. Porque ahora dentro del ámbito de la secretaria de deporte existe la dirección de clubes de barrio, pero es necesario una mesa, un foro, un espacio de intercambio frecuente. Los clubes debemos ser tenidos en cuenta. En los dos puntos del péndulo. Desde la inclusión social y del alto rendimiento, en los dos extremos», explicó.

Para esa gran mesa de clubes es necesario la coincidencia con otras agrupaciones con peso. En el último tiempo, La Unión Nacional de Clubes de Barrio y la Confederación Argentina de Clubes y Entidades Deportivas fueron por caminos separados y pese a tener en claro que las discusiones deben primero darse puertas adentro, Lesci piensa que es posible una unidad: «No podría responder a modo organización con pocos días en el cargo. Si a titulo personal, pienso que la unidad de los clubes -que no es lo mismo que las alianzas- siempre llevan a mejores nortes«.

Y agregó: «Cualquier diferencia puede ser zanjada con una conversación cuando nos une la pasión que tenemos por los clubes. Si bien asumí como presidenta hace un par de días, la unión tiene una comisión directiva entonces todo tiene que salir de una mesa, pero si pienso que lo importante es que todos los que amamos a los clubes nos unamos y estoy convencida de que tiene que ser así«.

Sobre el trabajo que se tiene que hacer desde la organización, quien preside también el club Defensores de Banfield comentó: «Hay mucho trabajo por hacer en todas las filiales y en todos los ámbitos. Y sobre todo empaparnos del cuadro de situación y de la realidad de cada filial en este momento que es tan especial porque si bien la general es que los clubes y sus vecinos están en una situación de crisis la realidad geográfica de cada filial es diferente. Es un momento de diagnostico y poder tener columnas rectoras para toda la institución que son las de siempre. La puesta en valor de la función social, el reconocimiento como un actor político en cada uno de los barrios, la interacción con los organismos del estado para ser tomado en cuenta en las diversas mesas de discusión por el rol que tenemos es en lo general y después ver la afectación de las regiones puntualmente».

Hoy en día además de lo económico, los papeles que tienen que presentar las instituciones para obtener un subsidio son una problemática central: «Es muy importante la fuerza que tenemos que hacer con responsabilidad para la sanción de la ley de asociaciones civiles que tiene media sanción en diputados de provincia de Buenos Aires. Mucha de las trabas en muchos de los ámbitos sea deportivo sea social que tenemos las instituciones que congloba la unión y con respecto a las diferentes filiales tiene que ver con el tema documental. Con lo difícil que es que una institución desde las micro y las de tercer grado como puede ser una confederación nacional para tener los papeles en regla. Eso hace que no se pueda llegar a beneficios que las instituciones pueden obtener. Entonces políticamente y no partidariamente es un compromiso el que tenemos que tener para mostrar lo importante y trascendente que es que se sancione la ley de asociaciones y luego trabajar con esa sanción para regularizar las instituciones».

Para Lesci, también es primordial un cambio en el registro de clubes de barrio dependiente de la Secretaría de Deportes de la Nación y que heredó del gobierno de Macri: «La gestión macrista dentro del deporte hizo un registro de clubes de barrio verdaderamente reprochable que era prácticamente de imposible acceso. Nosotros no estamos en desacuerdo que haya un registro de clubes, eso nos da identidad, nos da visibilidad. De lo que estamos en desacuerdo es que los requisitos parea el ingreso sean prácticamente de imposible cumplimiento. Que una institución tengo que tener prácticamente un abogado y un contador exclusivamente y obviamente pago para poder cumplir los mil requisitos que se ponen. Nuestra vigencia y nuestro reconocimiento y nuestra existencia se verifica con la sola presencia de un funcionario, viendo que las instituciones existen y que los pibes y las pibas están ahí adentro».

De todos modos, sabe que es lógico que haya un control de la situación: «Que exista el registro, que exista todos los listados y las agrupaciones pero que no pongan requerimientos imposibles de cumplir, Imposibles porque representan muchísimo tiempo e imposibles por los costos. Ponderar el rol de los dirigentes también es eso. hay que democratizar la inclusión en los registros de los clubes. El problema no es el registro sino los requisitos. Creo que tienen que ser un norte porque ayuda muchísimo a los clubes en su relación con el estado y es una herramienta para el adentro, con los propios vecinos y vecinas. El problema no es pedir papeles, el problema es que papeles te piden».

También desde lo estructural, las instituciones tienen problemas y esa problemática se debe zanjar: «Los problemas estructurales de los clubes son muy importantes y hay un articulo de la ley de asociaciones civiles que es maravilloso y propone un censo de infraestructura social y deportiva. Justamente para poder relevar esas problemáticas y ver en que lugar estamos parados.Es un aspecto a contemplar porque los clubes terminan siendo el ensamblado del ensamblado del papa con buena voluntad, el vecino con predisposición, pero obviamente tenemos que tener garantías mínimas y el estado tiene que contribuir a eso. Ningún club se puede abrir si no tiene baño, ningún club se puede reabrir si no tiene vestuario, entonces poner standards mínimos de infraestructura que tenemos que nivelar y mirar para arriba.

Con todas las urgencias que se tienen, la dirigenta cree que no es momento de exigir, sino de trabajar de manera artículada: «Venimos de cuatro años en los cuales el ministerio de deportes paso a ser secretaria y después le bajaron el rango a agencia y de un gobierno que pretendía vender las tierras del CENARD. Hoy estamos en un momento en el cual desde los diferentes organismos del estado reconocen nuestra trascendencia. Creo que no es un momento de exigir al estado sino de trabajar conjuntamente. Me hace mejor al oído pensar que vamos a trabajar articuladamente y que no es un momento de exigencia al estado. Como referentes políticos entendemos lo que se pueden haber encontrado después de cuatro años».